Fraude
El fraude suele producirse cuando una persona falsea afirmaciones deshonestamente para obtener alguna ventaja económica, entre otras, o para provocar pérdidas a otra persona. En este caso, una persona estará actuando “deshonestamente” si realiza una afirmación a sabiendas de que es o podría ser falsa o inducir a engaño.
Ejemplo (1): Usted, en calidad de aparejador de la empresa, recibe órdenes de un alto directivo de la empresa de falsificar registros de cantidades de materiales entregados e instalados en un proyecto. Usted lo hace, y los registros se entregan al propietario del proyecto como justificantes de una factura falseada. En este caso, es probable que usted, el director de la empresa y la empresa sean culpables de fraude.
Ejemplo (2): Usted, en calidad de aparejador de la empresa, cree que su empresa tiene derecho a que se le pague una variante. Cree que la cantidad debida es de unos 50.000 euros. Debe presentar la reclamación acompañada de plantillas de control de horas y registros de recursos laborales. Sin embargo, no tiene tiempo de evaluar la cuantía exacta de la reclamación ni de asegurarse de que los registros de recursos sean correctos o justifiquen debidamente la reclamación. Aun así presenta una reclamación de 50.000 euros y en la reclamación indica que las plantillas de control de horas adjuntas justifican dicha reclamación. En este caso, podría ser culpable de un delito de fraude porque presentó una reclamación y unos justificantes que sabía que podían ser falsos.
Soborno y fraude suelen ir juntos.
Ejemplo (3): Usted, en calidad de director de proyecto, aprueba la presentación de una reclamación “inflada” a otra empresa (delito de fraude). Soborna al ingeniero de proyecto de la otra empresa para que apruebe la reclamación (delito de soborno). Es probable que usted y su empresa sean culpables de soborno y fraude, y que el ingeniero del proyecto sea culpable de soborno.
Ejemplo (4): Usted, en calidad de jefe de ventas, paga un soborno a un responsable de la adjudicación de contratos a través de un agente para asegurarse de que su empresa obtenga un contrato. El responsable acepta su soborno (delito de soborno). La adjudicación del contrato se presenta como honrada y realizada por medio de licitación competitiva (delito de fraude). Es probable que usted, su empresa y el responsable de la adjudicación de contratos, sean culpables de los delitos de soborno y fraude.
El fraude cometido en proyectos es un problema considerable. Aunque el soborno tenga normalmente una mayor resonancia pública, el derroche financiero en un proyecto debido a prácticas fraudulentas suele ser mucho mayor que el atribuible al soborno. Este tipo de fraude puede cometerse en todo el ciclo de proyecto.
El fraude cometido en reclamaciones es una forma común del fraude cometido en proyectos. Un contratista puede presentar una reclamación al propietario del proyecto que el director pertinente del contratista sabe que es falsa o exagerada, o no cree honradamente que sea verdadera. Por ejemplo, el contratista puede fundamentar la reclamación en motivos falsos, exagerar la cuantía reclamada, o fabricar o falsificar justificantes de la reclamación. Muchas personas creen equivocadamente que presentar reclamaciones infladas o justificantes falsos constituye forma parte legítima de la actividad comercial, o que es justificable porque se espera que la otra parte use tácticas semejantes. De hecho, es sumamente probable que se trate de un delito penal de fraude. El fraude cometido en reclamaciones puede darse en ambas partes contractuales. Un propietario de proyecto estaría cometiendo fraude contra el contratista si supiese que la reclamación de pago efectuada por este era válida, pero arguyese motivos falsos para negarse a pagar.